Problemas de investigación en economía popular,
social y solidaria. La interdisci-plina frente a un objeto complejo
Research Problems on Popular, Social or Solidarity Economy.
Transdiscipline in an complex objetc
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Hugo Rodrigo Serra
hugorodrigoserra@gmail.com
IAPCS, Universidad Nacional de Villa María, Argentina
Resumen
Este trabajo surge como respuesta a
las inquietudes sobre problemas para abordaje de la “Economía Popular” como
objeto de estudio en la investigación en Ciencias Sociales. La economía
popular, social o solidaria es un objeto transdisciplinar que toma categorías
de varias disciplinas sociales que abordan problemas similares, pero que en
ningún caso pueden confundirse. Así aparecen problemas al momento de
operacionalizar conceptos teóricos en la medida en que conceptos como
reproducción, capital y sujeto, poseen significados diferentes tanto en teorías
distintas del mismo campo disciplinar como en disciplinas diferentes.
Buscaremos problematizar esta cuestión a partir de abordar dos supuestos
subyacentes a los objetos transdisciplinarios: los problemas de conmensurabilidad
y traductibilidad entre teorías, y la cuestión de si para el marxismo hay o no
diferenciación disciplinar.
Palabras Clave: economía
popular; transdisciplina; interdisciplina; inconmensurabilidad; traductibilidad
Abstract
This work arises as a response to the
concerns about problems to approach the “"Popular Economy” as an object of
study in Social Sciences research. The popular, social or solidarity economy is
a transdisciplinary object that takes categories of several social disciplines
that approach similar problems, but that in no case can be confused. Thus,
problems occur at the moment of operationalizing theoretical concepts insofar
as concepts such as reproduction, capital and subject have different meanings
both in theories different from the same disciplinary field as in different
disciplines. We will try to problematize this question by addressing two
underlying assumptions of transdisciplinary objects: the problems of
commensurability and translatability between theories, and the question of
whether or not there is a differentiation of discipline for Marxism.
Keywords: popular economy;
transdiscipline; interdiscipline; conmensurability; translability
Este artículo surge a partir de las dudas y los problemas metodológicos
planteados en el marco del seminario “Democracia Económica”,
dictado durante 2016, y del Proyecto de investigación “¿Ensayos (y
errores) anticapitalistas? Actores, imaginarios y políticas públicas en el
marco de la Economía Popular en la Argentina” de los cuales
participo. Busca ser una contribución para pensar los problemas prácticos que
plantea la operacionalización de algunas categorías propias del campo de la
“otra economía” y el trabajo en equipos con múltiples trayectorias
disciplinares en estos temas.
Partiremos
del supuesto que esas dificultades son las propias de trabajar con un objeto
que su propia constitución deriva de la articulación conceptual de diferentes
disciplinas y teorías, en el sentido de que esta construcción teórica utiliza
conceptos y categorías que o bien pertenecen a campos disciplinares diferentes,
o bien existen en diferentes campos disciplinares pero con significados
distintos o con diversa extensión, bien utiliza conceptos que dentro de una
disciplina adquieren un significado particular asociadas a otros conceptos pero
trasladados a un objeto complejo esos significados varían en su extensión e intensión.
Tomaremos
centralmente (pero no de manera exclusiva) el planteo teórico de José Luis
Coraggio e intentaremos abordar su objeto de estudio como una construcción
compleja, atravesada por las tensiones propias de los aportes desde distintas
disciplinas. En primer lugar, plantearemos el contexto de surgimiento de este
objeto de estudio y lo definiremos brevemente, descomponiéndolo en algunos
aportes esenciales. Luego, abordaremos los problemas propios de esa
construcción en su aspecto interno y los aspectos referidos al trabajo
interdisciplinario en sí, como consecuencia de esa construcción con aportes
desde diferentes teorías.
Para
ello, pondremos a este objeto bajo la luz de dos cuestiones que atraviesan la
problemática del trabajo interdisciplinar: Por un lado, el problema de si para
el marxismo existen diferentes disciplinas sociales, dado que la propuesta de
Coraggio, a grandes rasgos, se inscribe dentro de las posiciones teóricas del
materialismo histórico, y por otra parte, el problema de la inconmensurabilidad
de las distintas teorías y paradigmas científicos planteado en la obra de
Thomas Kuhn. De esta forma intentaremos mostrar cuales son las problemáticas a
las que el trabajo interdisciplinar en este campo puede enfrentarse, mostrando
algunas de las tensiones teórica generadas en un objeto construido con los
aportes de disciplinas que expresan distintos niveles de materialidad.
El campo de conocimiento de la Economía
Popular (Coraggio, J. L. 1991, 1997, 2003, 2011) o economía del trabajo[1],
nace a comienzos de los años 90 en relación a la discusión sobre la
problemática del empleo y de la expansión del “Sector Informal Urbano” como
consecuencia de la desestructuración de los Estados de Bienestar en
Latinoamérica, con el ciclo de reformas de mercado. En una serie de trabajos,
que tienen como escenario la realidad ecuatoriana, Coraggio aborda la cuestión
de la “nueva economía Urbana”, desarrollando una posición teórica que le
permita abordar la cuestión del autoempleo precario o de las llamadas “economía
de la pobreza”, por fuera de las miradas hegemónicas en la época, surgidas del
programa de empleo de OIT para Latinoamérica y el Caribe (PREALC) (Bangasser, P. 2000; Rabossi, F. 2010).
Coraggio enmarca estas discusiones en las
disputas teóricas sobre economía de los años 60 y 70, entre la visión
neoclásica y la economía política, donde la creciente formalización de modelos
matemáticos, y el supuesto básico de la necesidad del desarrollo, diluyeron las
discusiones políticas. (Coraggio, J 2011:58) Así buscaba afrontar de la
reproducción social de los sectores tradicionalmente llamados pobres desde una
posición que trascienda esas discusiones, confrontando con posiciones que
tienen en el centro a la legalidad por un lado y a categorías propias del
mercado de trabajo y la racionalidad instrumental como explicación de la acción
social económica por el otro, buscando también escapar de las visiones
pauperistas toman a la pobreza o la exclusión como punto de partida.
En esos términos, una Economía Popular,
social o solidaria parte de la preeminencia de la necesidad de reproducción de
la vida humana como hecho primero (Dussel, E. 2007; Coraggio, J. 2011), como
condición condicionante de toda praxis humana, planteando a lo económico como
un problema sustantivo, en contraposición a la definición formalista, estándar
en la disciplina, como ciencia del mercado, (Duffy y Weber 2009). En el
sustantivismo se define a la economía como un sistema de interacción social que
a través de principios, instituciones y prácticas, en cada momento histórico,
organizan las sociedades para obtener las bases materiales que les permiten la
satisfacción de las necesidades.
La economía popular, por su parte, se
considera el subsistema dentro del sistema económico, conformado por un
conjunto de prácticas muy diversas, por las que los individuos buscan la
satisfacción de las necesidades y la reproducción simple de las unidades
doméstica, prácticas en las que dependen de la realización permanente de su
fondo de trabajo, es decir de la fuerza de trabajo más que del capital. Ese
fondo de trabajo está constituido por un conjunto de recursos en los que se
cuenta las habilidades, los capitales, las relaciones sociales, los
aprendizajes, etc. Este subsistema cuenta a su vez con un conjunto propio de
reglas y valores que lo orientan. (Coraggio, J. L. 1996)
El objeto de la economía popular o economía
del trabajo se forma con los aportes de variadas teorías y disciplinas en la
discusión con la economía neoclásica Coraggio debe recurrir a un imperialismo
inverso al practicado por la economía a partir de la década de los 50,`[2]
recurriendo a elementos y teorías provenientes de las otras ciencias sociales
que le permitan construir un objeto propio, tales como la sociología, la
ciencia política y la antropología, tomando conceptos propios de la teoría
económica marxista. De esta manera, el objeto de la economía popular se ha
construido en una discusión disciplinar con la economía dominante, teniendo
como trasfondo los problemas derivados del desarrollo y el empleo, en un pasaje
desde el concepto de “informalidad” hacia una mirada que pretende ser
abarcativa de los procesos de reproducción de la vida de los actores.
El resultado de esta discusión no es una disciplina
interdisciplinaria per se, como un meta conocimiento integrador más allá de la
división disciplinaria, sino que vemos en la “Economía Popular” un campo de
problemas de posible abordaje interdisciplinario, donde la especificidad de la
construcción de su objeto, como construcción teórica con el aporte de
diferentes disciplinas, nos coloca ante la dificultad de la intraductibilidad
entre diferentes disciplinas y las problemáticas propias del materialismo
histórico que, en buena medida, subyace a la obra de Coraggio.
Así, la problemática de pensar en términos de
“Economía Popular” estriba en pensar la construcción de un objeto complejo,
hecho con los aportes de diferentes disciplinas y teorías, en una articulación
que no constituye una disciplina nueva de por sí, sino que es una nueva forma
de pensar específicamente viejos problemas.
La articulación entre conceptos provenientes
de distintas disciplinas y tradiciones teóricas nos enfrenta con la cuestión de
la “intraductibilidad” interna y externa entre teorías. La primera se refiere a
la articulación de los conceptos al interior de las propias teorías y la
segunda a la articulación de un mismo concepto en dos (o más) campos
disciplinares diferentes.
Para Thomas Kuhn (1980), los diferentes
paradigmas preforman distintas maneras de la
percepción del observador en la medida que diferentes presupuestos teóricos
condicionan la percepción que el científico tiene sobre lo real. Para él, el
mundo social no es evidente por sí mismo, sino que aquello que se construye
como observado va en relación a la forma en que se nomina a lo real que se
observa, en una relación donde el lenguaje obra como mediador entre el
científico y lo real dado que es el vehículo para nominarlo. Así, en la medida
que cambia el lenguaje cambia también la percepción de lo real con él.
En las diferentes disciplinas difieren nombre y el significado de las
palabras con las que designan los objetos y con ello los objetos mismos que
construyen a partir de ellas. Kuhn comienza a usar el término intraductibilidad
frente a problemas para interpretar textos científicos, donde los significados
de distintos términos cambian de teoría a teoría, donde resulta imposible
definir todos los términos de una teoría científica en el vocabulario de otra
(Kuhn, T. 1989:96).
La versión kuhninana de la
inconmensurabilidad funciona como metáfora de la imposibilidad de encontrar un
lenguaje común entre un grupo de enunciados de dos teorías sin pérdidas para
ambos, haciendo también referencia a la variación de los significados en el
tiempo. Para el autor hay que diferenciar entre traducción e interpretación
entre teorías y paradigmas, traducir significa reemplazar palabras o frases de
un texto en un lenguaje por otras en otro lenguaje presentando más o menos las
mismas ideas. La interpretación, por su parte, consiste en la búsqueda de
sentidos que haga inteligible lo ininteligible. Pero la traducción contiene
siempre dosis de interpretación, porque entre los referentes y sus significados
no hay una correspondencia exacta, entre los objetos y las palabras que los
designan hay una relación contingente no una correspondencia necesaria y total.
De esta manera, puede que un término que
existe en una teoría no exista en otra, o que un concepto no tenga el mismo
referente en una teoría distinta o haga referencia a un concepto distinto.
Difiere la manera en que las dos teorías estructuran el mundo y preforman la
observación, en consecuencia, cuando se utilizan términos de una teoría en otra
que no los tiene se está hablando en los términos de la otra teoría y resultan
ambas inconmensurables en sentido estricto (Kuhn, T. 1989:107).
En diferentes teorías y disciplinas los
referentes no tienen necesariamente la misma extensión, su significado no
coincide exactamente y pueden hacer referencia más o menos extensa, englobar un
concepto más amplio o más estrecho. Para Kuhn la traducción no puede
interpretarse en términos puramente referenciales, por lo que es necesario
recurrir a los significados, las intenciones y los conceptos (Kuhn, T.
1989:122). Así, la elección de de una palabra o concepto de una teoría
implicaría también importar aspectos de su intensión. En esta perspectiva, dos
teorías son intraducibles entre sí en la medida en que no tienen un lenguaje en
común con el que ser formuladas, pudiendo ocurrir incluso que entre ambas
teorías no exista una descripción que tenga el mismo referente.
Ahora bien, los problemas de la inconmensurabilidad
en la Economía Popular, adquieren otra complejidad por la asunción que hace
Coraggio del presupuesto del materialismo histórico de la primacía de la
necesidad de la reproducción biológica y social como sobredeterminante de la
praxis.
En el marxismo el nacimiento de la ciencia
especulativa está estrechamente relacionado con el nacimiento de la técnica
como forma de solucionar las dificultades de la producción de la vida material
del hombre, a partir de allí surge también la posibilidad de establecer
relaciones abstractas entre los fenómenos y conceptos o materiales que vuelven
en un proceso de reproducción de la vida material. En ese sentido, la aparición
de las disciplinas modernas es consecuencia de la organización capitalista de
la actividad productiva como manera de satisfacer las necesidades, pero también
como forma de reproducirla, a la vez que también es consecuencia de una lucha
teórica y política en el contexto de nacimiento de esas teorías para abrirse
paso.
Si hasta el siglo XVIII la búsqueda de una
unidad entre lo real y su conocimiento fue un proyecto teórico, a partir de ahí
se produce la ruptura definitiva en entre la unidad sujeto/objeto como
consecuencia del planteo Kantiano de la unidad del sujeto cognoscente y el
objeto conocido como adecuación entre los conceptos puros del entendimiento y
la realidad empírica. De esta forma aparece una primera división entre
disciplinas teóricas puras (Matemáticas, lógica) y ciencias empíricas. Pero a
partir de finales del siglo XIX se produce el corte epistemológico que permite
descubrir las estructuras materiales que producen los procesos que son
invisibles a la simple observación. Desde allí lo real aparece como procesos y
no como objetos materiales.
Para el materialismo histórico conocemos lo real
como las estructuras que determinan los procesos materiales, a través de la
relación que hay entre los conceptos que le dan sentido a lo real que están
mediados por el objeto específico de una ciencia, así lo real, como realidad
empírica, existe por efecto de un proceso que lo produce. Lo real entonces no
es real por ser evidente u objeto de observación directa, sino que es real en
cuanto es concreto, entendiendo a lo concreto como el resultado de un proceso
material, como la síntesis de múltiples determinaciones. Así, el objeto de
conocimiento de las ciencias son las relaciones estructurales de los procesos
materiales que producen los objetos de un saber empírico.
De esta forma, el conocimiento científico es
un proceso de producción de los conceptos. Así, el objeto de las ciencias es el
recorte de lo real, entendido como proceso de producción de lo real, como
síntesis de múltiples determinaciones, por lo que el objeto de las ciencias es
la producción de los conceptos que distinguen, que recortan los diferentes
procesos que se sintetizan, que se concretizan como síntesis de múltiples
determinaciones. De esta manera, lo específico de cada teoría científica
corresponde a diferentes niveles de materialidad de lo real. Ni el ser de lo
real ni las formas de conocimiento son entes unitarios
…lo real existe en la forma de
diferentes niveles de materialidad, cuyas relaciones estructurales generan los
principios productores de procesos diferenciados y que implican la producción
conceptual y teórica de las ciencias específicas. (Leff, E. 1981:20)
Si partimos de entender que los conceptos de
las nuevas teorías son lo que dan cuenta de lo concreto del pensamiento,
entonces a diferentes conceptos corresponden distintos grados de materialidad o
de concretitud. El objeto de la ciencia no es empírico porque el conocimiento
científico es un proceso de producción de conceptos que permite la aprensión
cognoscitiva de lo real. Las ciencias no son visiones subjetivas, sino que es
el objeto el que recorta lo real dándole a la realidad empírica sentidos
diferentes.
La posibilidad de articulación teórica entre
diferentes ciencias entonces depende de la existencia de…
…procesos materiales que no
pudiendo ser aprehendidos a partir de los conocimientos elaborados por una sola
de las ciencias en su estado actual, aparezcan como regiones de lo real donde
confluyen los efectos de dos o más niveles de materialidad, objeto de las
ciencias constituidas. (Leff, E. 1981:29)
Es por ello que la articulación no es de los
objetos teóricos de las ciencias, sino que consiste en una sobredeterminación o
indeterminación de los procesos de las estructuras de lo real, por eso la
articulación entre ciencias responde sólo a una problemática transcientífica o
intracientíficas más amplia como ser: importación de conceptos por necesidades
internas de una ciencia; articulación interna de conceptos como puntos nodales
donde pueden articularse conceptos de otras ciencias; confluencia de dos o más
procesos materiales; articulación de los efectos de procesos materiales.
Para esta postura, la interdisciplina surge
como necesidad técnica de articulación de conocimientos que desconoce la
existencia de objetos teóricos de las ciencias, pero como se ha dicho, si la
existencia de diferentes disciplinas se funda en distintos niveles de
materialidad de lo real se pasa a la transdisciplina como la importación de
conceptos de una ciencia a otra, como una respuesta de carácter ideológico a la
imposibilidad de una articulación teórica. Pero esos niveles de materialidad no
se pueden entender como niveles jerárquicos, por lo que no existe un
“metalenguaje” (Leff, E. 1989:43) capaz de fundir o de unificar un nivel de
formalización con otros.
La posibilidad de la articulación entre
ciencias depende de la articulación interna de los conceptos de estas teorías.
El materialismo histórico no es una totalidad única y monolítica que remite
automáticamente en última instancia a las determinaciones económicas, sino implica
cuerpos teóricos relativamente autónomos que concretizan los diferentes niveles
teóricos relativos a la estructura económica o a la superestructura. Lo que importa aquí es descubrir la instancia
que funciona como relaciones de producción.
Dijimos que la Economía Popular se refiere a un conjunto de relaciones
sociales construidas a partir de prácticas motivadas por la resolución de los
problemas relativos al sustento, a la reproducción de las unidades domésticas,
o a la “reproducción ampliada de la vida” (Coraggio, J.L. 1997). En ese sentido
se postulaba que esas relaciones sociales se estructuran sobre un conjunto de
prácticas de los sujetos que establecen relaciones de apropiación y de
localización de los bienes, mediante los cuales buscan la satisfacción de las
necesidades derivadas de la reproducción de la vida, en las que dependen
principalmente de la realización permanente de su fondo de trabajo como del uso
intensivo de su propia fuerza de trabajo.
El fondo de trabajo está constituido por un conjunto de recursos en los
que se cuentan las habilidades, los capitales, las relaciones sociales, los
aprendizajes, etc, es decir del conjunto de capacidades de trabajo que pueden
ejercer en condiciones normales los miembros hábiles de una unidad doméstica, y
su realización abarca sucintamente las formas de: trabajo mercantil por cuenta
propia (microemprendimientos), trabajo asalariado, trabajo de producción de
bienes y servicios para el autoconsumo, así como el trabajo específicamente
dedicado a la formación y capacitación. (Coraggio, J.L. 1997;2003 Tiriba, L.)
Pero esos recursos que los individuos pueden movilizar en la
reproducción de la vida, son bienes no necesariamente materiales, tales como
conocimientos, relaciones, capacidades de trabajo, etc., por lo que el capital
de la Economía Popular está definido en términos distintos a los de la
tradición marxista clásica. El concepto de Coraggio parece acercarse al de
Pierre Bourdieu, quien establece una ruptura con Marx ampliando el concepto y
liberándolo de la sola connotación económica (Gutiérrez, A. 1997:35)
extendiéndolo a cualquier tipo de bien susceptible de acumulación, producción,
circulación, diferenciando en distintas variedades de capital. En principio el
capital es el económico, al que interpreta como trabajo acumulado, dinero u
equivalente general de la mercancía así como los bienes directamente
convertibles en dinero (Bourdieu, P. 2000:135) a la vez que postula la
existencia de otros tipos de capitales como el cultural y el social. El capital
cultural es entendido como ligado a conocimientos que puede existir de manera
incorporada como disposiciones durables (Habitus), saberes, etc, u objetivado
en ciertos bienes como libros, textos, manuales (Gutierrez, A. 1997:36
Bourdieu, P. 2000:136) o institucionalizados en títulos que acreditan ciertos
conocimientos y competencias (Bourdieu, P. 2000:147). El capital social se
entiende como la totalidad de los recursos potenciales o actuales asociados a
la posesión de una red duradera de relaciones más o menos institucionalizada de
conocimiento y reconocimientos mutuos (Bourdieu, P. 2000:148), son recursos
basados en la pertenencia a un grupo que se integra o puede integrarse
potencialmente.
Otro punto potencialmente conflictivo es la
idea de reproducción de la vida como la
reposición de la fuerza de trabajo propia y el reemplazo de los individuos en
la sociedad como reproducción de la vida (Meillassoux, C. 1993:444). La
reproducción de la vida, reproducción ampliada de la vida o reproducción simple
pueden entenderse también en relación al reemplazo del capital que adelanta el
trabajador al capitalista en el modo de producción capitalista para su
valorización en el proceso de trabajo que se retribuye con el salario luego de
haber obtenido la plusvalía correspondiente (Marx, C. 2011:696). La
reproducción para Coraggio opera como un presupuesto político que viene a
delimitar la motivación de la acción económica, y de sujeto, que la economía
popular presupone, a diferencia de la economía de la empresa que se orienta al
lucro, la ganancia y la reproducción del capital, donde la primera se orienta
al sustento y mantención de la vida como hecho primero que pone a los hombres
en condición
Otro punto problemático aparece en torno a la caracterización de los
actores. Cuando se habla de “economía” o de comportamiento económico la
referencia inmediata aparece en el “homo economicus” de economía clásica y
neoclásica, anclado en la teoría de la elección racional, individual, utilitarista
y maximizador (Boudon, 2010), o la línea de la “New economic sociology”
(Granovetter, M. 2001; Bourdieu, P. 2010:16). También puede pensarse en
términos del sustantivismo (Duffy y Weber 2009; Polanyi 2012; Caillé, A. 2009;
Laville 2009), en los términos de Karl Polanyi.
Para Polanyi la definición sustantiva surge del hecho de que los
hombres no pueden subsistir sin un entorno físico del que extraer los bienes
para el sustento (2009:75), si lo económico es un proceso de satisfacción de
las necesidades y la institucionalización de ese proceso, ello implica la
oposición radical entre el sujeto de las prácticas económicas en sentido
substantivo y el sujeto concebido en sentido formal porque, la primera supone
socialización y dependencia mutua entre los sujetos. El sujeto de la economía
en sentido formal supone la asunción de los postulados del individualismo
metodológico, que pone el acento en la elección y en las condiciones de
escasez, según los cuales los comportamientos individuales son explicativos de
los fenómenos sociales, que esos comportamientos tienen razones que es posible
reconstruir y que esas razones están ligadas a una relación de costo beneficio,
en la cual el individuo siempre tiende a maximizar los beneficios y minimizar
los costos (Boudon, R. 2010:38). Para el
sustantivismo la acción económica está encastrada en sus relaciones sociales y
el individuo actúa a través de las redes sociales que permiten la acción
económica, por ello los sujetos prefieren actuar con relaciones que conocen y
sostenerlas en el tiempo, porque de ellas depende en gran medida la posibilidad
de su reproducción. (Granovetter, 2001:55)
De esta manera nos encontramos con un objeto
construido a partir de diferentes teorías que implican distintos grados de
concreción y materialización de lo real. Así, la articulación de conceptos que
estructuran un objeto único y se articulan en él responde a diferentes niveles
de materialidad y a diferentes procesos de producción de lo real. En ese
sentido los aportes de la Antropología a la economía popular, como ser el
concepto de unidad doméstica o los significados en la circulación de los
valores de uso corresponden a un proceso productivo específico, el proceso de
producción de sentidos, a la vez que el concepto trabajo, que integra el fondo
de trabajo, está tomado en el sentido tradicional de producción de valor con la
intermediación de instrumentos de trabajo sobre la naturaleza y responde al
proceso productivo de la vida material. A su vez, el concepto de prácticas está
tomado de la sociología Bourdiana, lo que implica otro proceso productivo con
otro grado de materialidad, como ser el proceso de reproducción de las
relaciones sociales. Así en un mismo objeto se encuentran abigarrados
diferentes niveles de materialidad producto de procesos de producción
diferenciados.
La economía popular no es entonces un campo
interdisciplinar de por sí, si con este término vamos a entender una forma
específica de articulación entre diferentes disciplinas respecto de un objeto
en particular, pero en su formulación teórica es una construcción
transdiciplinar, atravesada por distintas disciplinas donde son dominantes los
conceptos de algunas, particularmente los de la sociología.
La tendencia de poner en cuestión los límites
disciplinares como producto de una trayectoria institucional, o como un efecto
ideológico de la hegemonía capitalista, ha sido importante para definir a la
economía popular, pero de hecho esos límites disciplinares existen, se hacen
presentes y responden a una tradición disciplinar, a una inercia institucional
y a una historia de la ciencia en particular. Como hemos visto, pese a la idea
de unidad científica del materialismo histórico, que tiene el sentido bien
específico, la problemática de articulación interna continúa vigente
agregándosele la propia de la inconmensurabilidad entre diferentes disciplinas.
En ese sentido,
las armas de la crítica deben trabajar siempre bajo el permanente trabajo de la
vigilancia epistemológica de manera que nos permita construir un conocimiento
sólido y coherente internamente.
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Hugo Rodrigo Serra
hugorodrigoserra@gmail.com
Docente Teoría Social
Argentina y Latinoamericana (Carrera de Sociología IAPCS/UNVM). Adscrito a la
cátedra de Historia Económica (FCE/UNC). Candidato a Doctor en Ciencias
Antropológicas (FFyH/UNC 2014). Magister en Ciencias Sociales con mención en
Metodología de la Investigación (ETS/UNC 2015). Diploma Superior en Pensamiento
Social de América Latina y el Caribe (CLACSO 2014). Abogado (FDCS/UNC 2005).
Miembro de la Latin America Studies Association (LASA).
[1] A lo largo de su obra Coraggio ha ido cambiando la designación de
su objeto en virtud de las rupturas teóricas que ha ido estableciendo en
diferentes etapas. En este trabajo usaremos indistintamente todas las
designaciones que ha usado.