La influencia de la universidad
en la construcción de pensamiento crítico en las audiencias. El caso de
los estudiantes de Santiago del Estero, Argentina
The influence of the university in the construction of critical thinking
in the audiences. The case of students from Santiago del Estero, Argentina
_____
Ramiro Del valle Llanos Paz
ramirollanospaz@gmail.com
Universidad Nacional de Santiago del Estero, Instituto de
estudios para el desarrollo social (INDES), Argentina
Resumen
Santiago
del Estero es una provincia que posee una estructuración del sistema de medios
con características complejas, que asume similitudes con otras provincias del
norte del país; esta estructura mediática se visualiza en trabajos recientes
desde la perspectiva de estados sub-nacionales, sin embargo, el tratamiento ha
sido solo a nivel de producción y relaciones a un nivel macro. Las audiencias
no aparecen como objeto de estudio. Este trabajo aborda dicha categoría. Se
propone analizar la relación que existe entre los medios locales y una
audiencia específica, el estudiantado universitario; teniendo como eje central
de análisis la influencia de la universidad en la construcción de pensamiento
crítico y como esto interpela el consumo de información del público. A partir
de la aplicación de encuestas semiestructuradas a estudiantes de todas las
facultades de la Universidad Nacional de
Santiago del Estero y la selección de casos críticos a los que se les realizó
entrevistas en profundidad, se pudo caracterizar un perfil del estudiante como
consumidor de medios en la provincia, y establecer cuatros grandes espacios de
socialización que influyen sobre esos consumos dentro de la universidad: el
aula, la práctica profesional y la participación de espacios políticos.
Palabras clave: audiencias;
pensamiento crítico; estudiantes universitarios; Santiago del Estero
Abstract
Santiago del Estero is a province that has a structure
of the media system with complex characteristics, which assumes similarities
with other provinces in the north of the country; this media structure is seen
in recent work from the perspective of sub-national states, however, the
treatment has been only at the level of production and relations at a macro
level. The hearings do not appear as object of study. This paper addresses this
category. It is proposed to analyze the relationship between the local media
and a specific audience, university students; having as central axis of
analysis the influence of the university in the construction of critical thinking
and how this questions the consumption of information of the public. From the
application of semistructured surveys to students of all the faculties of the
National University of Santiago del Estero and the selection of critical cases
that were interviewed in depth, it was possible to characterize a profile of
the student as a media consumer in the province, and establish four large
spaces of socialization that influence those consumptions within the
university: the classroom, professional practice and the participation of
political spaces.
Keywords: audiences;
critical thinking; university students; Santiago del Estero
Los estudios sobre audiencias
en América Latina han sido propuestos desde sus inicios en términos de
dominación. El vínculo entre el público y las grandes estructuras
mediático-políticas es traducido a una relación de poder donde el auditorio es
el principal afectado (Castells, 2009), aunque con la proliferación de diversos
medios y el auge de las redes sociales se han presentado nuevas discusiones en
torno a esta hipótesis. Sin embargo, el análisis de estas estructuras es siempre
propuesto desde los grandes centros intelectuales atendiendo principalmente a
su contexto inmediato y presentándolo como extrapolable a toda la población.
Tal es el caso de Buenos Aires que concentra geográficamente aspectos
políticos, económicos, mediáticos y de construcción simbólica. Pero hacia las
provincias los procesos se diversifican y se producen tensiones que merecen ser
analizadas. Este estudio se centra en Santiago del Estero y analiza una
audiencia especifica, los estudiantes de la universidad pública y su vinculo
con los medios locales, para dilucidar cuál es rol que juega este público
dentro de una relación de poder expresada a través de un sistema
mediático patrimonialista, una categoría caracterizada por Picco
(2012) que se ubica en la línea de los estados subnacionales en relación con
los medios de comunicación.
Según la categorización de Picco (2012)
provincias como Santiago del Estero tendrían un sistema de medios
patrimonialista en los que los gobiernos locales dominan el discurso periodístico
en función de las alianzas que mantienen con los propietarios de los grandes
medios.¿Pero qué es lo que sucede con las audiencias?
El presente estudio analiza como un
espacio de socialización especifico, la universidad,
entra en el juego medios-audiencias, focalizando en
la denominada la instancia de consumo[1].
La universidad pública es entendida
desde sus inicios como productora de conocimiento pero además como agente de
cambio social y los estudiantes sujetos protagonistas de este proceso. Entendiéndolos
como una audiencia especifica y al mismo tiempo multicontextual el foco está
puesto en el consumo de estos jóvenes y en qué medida la educación superior
-representada en la UNSE- y sus diferentes sub-contextos de socialización ha
influenciado en la relación que los agentes tienen con la información
–mediática- a las que están expuestos en la provincia.
Se trabajó con el concepto de pensamiento crítico[2];
explorando en la forma que este opera y el rol que juega la audiencia en las
relaciones de poder con los mass media santiagueños, y la forma en la que una
institución como la universidad pública ha colaborado a su conformación y
aplicación, atendiendo a los diferentes espacios como el aula y la práctica
profesional, como así también la participación de la militancia política
estudiantil.
En virtud de lo expuesto, en primer
término se abordan las principales referencias teóricas y metodológicas que
guiaron la investigación. Posteriormente, se caracterizarán las unidades de
análisis contempladas como audiencias situadas y multicontextuales. Luego, se
expondrán los resultares preliminares a los que se arribaron tales como los
principales medios de consumo; la vinculación de la universidad con la
formación de un pensamiento crítico; el rol que desempeñan ciertas asignaturas
y la participación en movimientos políticos y; las pasantías y las prácticas
profesionales como fuentes de contrastación con la realidad mediática. Por
último, se exponen algunas reflexiones finales abriendo tangentes a posteriores
indagaciones en la temática
Los estudios de comunicación,
principalmente de consumo y de recepción en América Latina poseen
características únicas que los diferencian del resto de las regiones. Sunkel
(2006) quien analiza los procesos de comunicación (y consumo cultural) en
nuestro continente, dirá que los estudios de recepción en esta región están
enmarcados bajo el concepto de dominación. Es éste uno de los supuestos que
subyace en estudio, pero no ya para comprobarlo como hipótesis, sino para
problematizarlo haciendo caso a una región especifica.
Para ello utilizamos la obra de Manuel
Castells (2009) que colabora a comprender las relaciones de poder entre medios
de comunicación y los públicos. Él entiende al poder como “la capacidad
relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en las
decisiones de otros actores sociales de modo que favorezca las voluntades e
intereses del actor que posee el poder” (p. 33). Pero agrega, una distinción en
la que las relaciones de poder pueden ser absolutas donde el vínculo social
queda reducido o una verdadera relación social donde el poder es ejercido desde
ambos lados.
A partir de esto, utilizaremos una
categoría analítica articuladora: pensamiento crítico,
que propone un puente entre el público (las personas) y el procesamiento de la
información que consume, en este caso la información mediática.
El pensamiento crítico desde la
pedagogía y la educación, es considerado como un proceso por el cual las
personas “piensan su pensamiento” (Marciales Vivas, 2003). Reflexionan el por
qué piensan como piensan. Al contrario del posicionamiento de la doxa, que
entiende al pensamiento crítico como un atributo -casi un privilegio- de
ciertas personas, usado cotidianamente al momento de consumir cualquier
información -casi inconscientemente-; o la crítica
entendida como reacción generalmente negativa a una idea; nuestra postura es
mucho más amplia y se debe a un proceso metapensante, autoreflexivo. Más bien
como un ejercicio que se hace posterior al consumo de información, y a la
formulación de las ideas. Es decir, argumentar por qué uno piensa lo que
piensa, cómo construye su idea, cómo la evidencia y con qué la contrasta.
Es la educación -formal- la que colabora
brindado herramientas para la construcción de argumentos que respaldan sus
opiniones. Estudios como los de Lehman (1963) avalan esta hipótesis. Este
enfocándose en estudiantes universitarios, demostró en su investigación que el
pensamiento crítico se desarrolla a medida que la educación avanza. Partiendo
de este razonamiento es la universidad el paradigma último de la educación
formal donde el pensamiento crítico encontraría mayor progreso. Es más, este
mismo autor en su estudio demuestra como los estudiantes del último año eran
más críticos que los de los primeros años, es decir, tenían una mente mucho más
abierta, con menos prejuicios y eran más flexibles a la discusión.
Si bien el concepto de pensamiento
crítico que aquí hemos utilizado proviene de una tradición psicológica, no lo
hemos adoptado tal y como lo propone Santiuste y sus derivados. Sus categorías
analíticas nos parecen las indicadas sobre todo para un trabajo exploratorio,
pero se le ha dado un giro epistemológico relacionándolo con los contextos
socio-simbólicos en el que el joven se desarrolla, dando especial importancia a
la universidad y a sus sub-espacios. Es decir, una mirada mucho más
sociológica, centrándonos en la categoría contextual del pensamiento.
Como se verá, en este estudio no se toma
una única línea teórica para desarrollar la investigación. Sin embargo si hay
que dejar en claro que: toda la construcción del marco teórico y el
procedimiento metodológico estuvieron atravesados por la línea de estudios
sub-nacionales; que en lo que respecta audiencias, se abandonó un poco los
clásicos, para situarnos en autores más contemporáneos que brindaron un
resolución más integral para el abordaje del público, como Barbero, Canclini y
el propio Castels, que nos sirvieron para enmarcar las audiencias en un
contexto de relaciones de poder con la estructura cultural y política.
En lo que respecta al concepto de
pensamiento crítico hay que destacar que esta variable fue caracterizada a
partir de un arduo proceso pendular entre la psicopedagogía y la sociología,
inclinándonos finalmente por la segunda, rescatando las dimensiones más
contextuales que cognitivas del concepto, problematizando el mismo, dotándolo
de apertura y reconociendo las diferentes subjetividades de las biografías de
las unidades analizadas, y no tomándolo como una variable “medible”, en el
sentido positivista.
Diferentes espacios socio- simbólicos al
que los sujetos pertencen condicionan su forma de ser en el mundo y de ser
audiencias, así lo sostienen Jacks y Orozco Gómez (2015), cuando en esa obra
reflexionan acerca de la mediación estructural enmarcada dentro del Modelo de
la Multimediación de Guillermo Orozco y sostienen que el receptor es fuente de
mediación de diferentes caracteres. Uno de ellos es la mediación estructural,
está formada por la edad, el sexo, la religión, la escolaridad, el nivel
socioeconómico, el grupo étnico, etc. Son elementos de identidad que sirven de
referencia, conformando su forma de pensar y de actuar, o sea, son elementos
que intervienen en el proceso de construcción del conocimiento y la producción
de sentido
Además como lo sostiene Morley, pero
también Barbero en su teoría de las mediaciones (1987); Grimson y Varela en su
estudio sobre la televisión (1999), Sunkel en su recorrido por los estudios de
comunicación en Latinoamérica (2006), y Mordichowicz (2008) en su análisis de
jóvenes y consumo de medios, los públicos se ven afectados por diferentes
esferas del mundo de la vida y del mundo global, lo que hace que el
pensamiento, así también como las formas de hacer y sentir de los sujetos se
vea influenciado de forma diversa, y no unidireccionalmente. Otros aspectos
sociales, culturales y políticos, además de la especificidad de la educación
formal influyen en el consumo y apropiación de los medios. Es por eso necesario
tomarlos en cuenta.
La estrategia que su utilizó posee un
enfoque complementario, entre técnicas cuantitativas y cualitativas. Es un
acercamiento exploratorio a un objeto, que en el contexto que se menciona, ha
sido escasamente abordado. El proceso investigativo se dividió en dos grandes
instancias. Primero se elaboró y aplicó una encuesta semiestructurada a alumnos
de las cuatro facultades: Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud;
Facultad de Agronomía; Facultad de Forestales y la Facultad de Ciencias
Exactas. Se recolectó información acerca del acceso, consumo y uso de los
medios locales, lo que permitió establecer un panorama general del estudiante
como consumidor de medios y permitió abrir camino para la segunda instancia, la
más rica e interesante donde a través de entrevistas en profundidad se ahondó
en el modo en que la universidad y sus diferentes espacios de socialización han
influenciado en la construcción de su pensamiento crítico y en el tratamiento
de la información, tópico del que básicamente trata este trabajo.
Se trabajó con una muestra intencionada
por criterios (o por juicios, según Mejía Navarrete). Los criterios que
colaboran de forma directa con la construcción y el estudio del objeto en
relación a las unidades de análisis fueron:
1.
Que los alumnos estén cursando el último año de la carrera. Este criterio se justifica en que
según los estudios presentados por Malciades Vivas, existe una gran diferencia
entre los estudiantes de los primeros años y los últimos, en la construcción de
pensamiento crítico. Asegura que la influencia de la universidad se evidencia
más en estos últimos ya que ha transcurrido por un determinado proceso de
adaptación y aprendizaje en este contexto educativo. Por lo que consideramos
que los aportes serán muchos más ricos en estas unidades de análisis.
2.
Que la carrera que cursen sea de modalidad presencial; debido a que se está trabajando con la
universidad en su conjunto y no solamente en el área académica, consideramos
necesario que los estudiantes seleccionados hayan participado de ámbitos de
co-presencia, además del aula, como la militancia política, los pasillos y la
relación con otros estudiantes, pues esto aportará a su construcción de
conocimiento de manera diferente a otros procesos. Además este criterio se
relaciona con los recursos del investigador, tanto económicos como
burocráticos, con los que contaba en ese momento para poder realizar la
investigación.
3.
Que pertenezcan a las categorías de carreras monoparadigmáticas y las multiparadigmáticas:
estas distinciones fueron realizadas por Biglan (1973), al considerar que
existen diferencias interesantes, entre unas y otras, al momento de construir
los argumentos.
Con las entrevistas en profundidad se
ahondo en la variable de pensamiento crítico, la experiencia universitaria en
la generación de conocimiento y como esta ha influido en el consumo y análisis
de la información a las que están expuestas, diariamente a través de los medios
de comunicación.
La delimitación de la muestra estuvo
enmarcada en un proyecto de tesis de grado, por lo que el número está lejos de
ser representativo del número total de estudiantes de las cuatro facultades,
solo buscamos aproximarnos a un objeto no abordado.
Las encuestas realizadas fueron 50 en
total, distribuidas por las cuatro facultades. Y los casos críticos en donde se
aplicaron las entrevistas en profundidad fueron 6 (seis).
En términos generales el estudiante
avanzado de la UNSE, se caracteriza por: una edad media de 26 años; su lugar de
residencia y de procedencia es Ciudad Capital o ciudad de La Banda; trabaja o
ha trabajado en este último año; no participa regular y activamente de
movimientos políticos -ni fuera ni dentro de la universidad- aunque sí ha
tenido contacto con alguno eventualmente. Es un asiduo consumidor de medios,
principalmente de las plataformas de internet.
La edad -traducida al concepto de
generación- no es un dato menor, pues según Roxana Mordichowcz (2006) en los
jóvenes opera una lógica de consumo mediático diferente a la de otros grupos
sociales, ya que pertenecen a la denominada generación multimedia. Que se
caracteriza por la diversidad en la oferta mediática, pero además por el uso en
simultaneo que los individuos ejercen de ella. La edad se convierte en un
indicador de los tipos de formato que las personas consumen, por ejemplo, las
redes sociales y el uso generalizado de internet en detrimento de la prensa
escrita es un rasgo casi exclusivo de los jóvenes hasta 25 años.
4.1 Principales medios de consumo. La era de los diarios digitales
Cuando se indagó sobre del principal
medio que utilizan para informarse acerca de lo que sucede en Santiago del
Estero siete de cada diez estudiantes respondieron que lo hacían a través de
diarios digitales; mientras que tres de cada diez preferían la televisión
(tradicional) y un grupo muy reducido explicitó que lo hacía a través las redes
sociales.
El consumo de los formatos digitales
tiene una enorme presencia en el periodo histórico que atravesamos. El avance
de las nuevas tecnologías y de internet, así lo demuestran. Y esto no presenta
una noticia para el mundo académico. Sin embargo, el estudio presentado en
septiembre de 2014 por DsD (El diario web Diario sobre Diario)[3], sostiene que hay regiones en nuestro
país en las que la tirada de diarios impresos se ha acrecentado en los últimos
años, tal es el caso del norte de la Argentina, particularmente en las
provincias de Tucumán, Jujuy, Salta y Santiago del Estero, este último teniendo
como representante al ya tradicional diario “El Liberal”. El artículo afirma
que:
A
contramano de la tendencia general en otras partes del país, los diarios de
esta región consolidaron sus ventas en la última década. Ninguno de los seis
matutinos relevados vende menos que en 2004. Además, tres de ellos, La Gaceta
de Tucumán, El Tribuno de Salta y El Liberal de Santiago del Estero, se
posicionaron entre los ocho provinciales más vendidos de Argentina (DsD, 2014).
En la muestra analizada solo un (1)
estudiante universitario admitió informarse a través de diarios en formato
impreso. Considerando que se trata de una categoría social específica, sería
necesario ahondar en los informes del DsD que ha presentado datos en relación
al aumento de la venta de diarios impresos en nuestra región, pero no se sabe
por el momento qué sectores sociales son los mayoritariamente implicados en
este proceso. Un planteo interesante para posteriores indagaciones sería
desagregar el estudio de consumo de medios por regiones (los principales
centros urbanos y comunidades más pequeñas hacia dentro de la provincia, por
ejemplo), estratos sociales, grupos etarios, entre otros, con el propósito de
brindar una información más detallada de la distribución del consumo y por ende
de una caracterización más precisa de las audiencias situadas. A continuación,
el gráfico N° 1.1 explaya lo relatado en párrafos previos en cuanto a las
preferencias en el uso de medios de los estudiantes de la UNSE:
A pesar de esto, es claro que los
diarios impresos tienen fuerte presencia, y marcan la agenda mediática de
sociedades en contextos periféricos donde hay muy bajo porcentaje de desarrollo
y penetración de los medios audiovisuales locales en comparación a los
nacionales (Picco, 2012) tal es el caso de la sociedad santiagueña.
Los únicos dos diarios
de la provincia, El Liberal y Nuevo Diario,
con el tiempo han adquirido plataformas digitales y gozan de gran popularidad
también en el mundo “online”. Los estudiantes universitarios que frecuentan
internet y muchos de los cuales podrían considerarse nativos digitales[4], hacen un multiuso del medio: pueden
consultar directamente los diarios, o informarse a través de los links
compartidos en alguna red social. De esta forma queda evidenciado que conocen
los temas de la agenda pública principalmente a través de ellos.
Sin embargo, hay que tomar ciertas
precauciones. En los diarios de plataforma digital la información que se exhibe
no es tal cual se la presenta en los diarios impresos. Primero es mucho menos
detallada; segundo, hay noticias que directamente aparecen en papel y no se
muestran en la web y además, las columnas de opinión política por ejemplo, no
son retomadas por los formatos digitales. El caso emblemático en este sentido
es el del diario “El Liberal”.
Llegados a este punto es necesario
reflexionar acerca del medio principal que los estudiantes santiagueños
encuestados eligen y cuales han dejado de lado.
La primera categoría hace referencia al principal medio que utilizan
para informarse, no a al único. Debe entenderse principal
medio como aquel al que recurren primero, del que se valen con mayor
frecuencia, en el que por alguna razón tienen más confianza y el que les marca
la agenda de lo que está sucediendo en Santiago del Estero. Empero esto no
significa, que no acudan a otros medios.
Fuente
y elaboración propia. Trabajo de campo realizado
entre septiembre y diciembre del año 2015.
Como se puede ver en el gráfico 1.2
Diario Panorama obtiene el primer lugar en las respuestas de los estudiantes en
relación a la pregunta por qué medio se informan acerca de lo que sucede en
Santiago del Estero (pregunta abierta). Es más, los
que habían contestado que utilizaban a la tv como principal medio para
informarse, cuando se les consulto por el nombre del programa eligieron este
diario web. Aclaremos que los estudiantes podían contestar más de una opción,
por lo que las categorías fueron ordenadas según la cantidad de veces que
aparecieron en el total de las encuestas.
Diario Panorama es el diario digital de
un multimedio[5] que a su vez es parte de un holding de
empresas con negocios diversificados en el sector de los servicios. Las
acciones de este medio pertenecen al grupo Ick, accionistas principales de
diario El Liberal y Canal 7.
Este portal digital de noticias (que no
posee versión impresa) se caracteriza por la brevedad –sino la inmediatez- con
la que se suben las noticias, y por la gran interacción con la audiencia.
Propone desde concursos, hasta que los propios lectores suban información on
line, en diferentes formatos: fotos, videos, acompañados de una breve
descripción. Esto ha permitido al público relacionarse con los supuestos
emisores. Se observa de esta manera, como el mundo de internet, posibilita que
un diario interactúe con los lectores, que si bien nunca fueron pasivos, ahora
lo son mucho menos. Estos parecen adentrarse en la producción y establecer otra
lógica de la información. Algo que resulta impensado hace unas décadas atrás.
Esto recuerda a las conclusiones que
Umberto Eco (1983) elabora acerca de la televisión y sus dos categorías: la
paleotelevisión y la neotelevisión. En esta segunda los usuarios ya no son
meros espectadores sino que se convierten en protagonistas, llaman para
quejarse porque no les gustó el final de la novela; participan de concursos por
premios; interactúan con el animador y participan de reality shows. Algo
parecido sucede con otros medios, como los diarios digitales, por ejemplo Panorama, donde la interacción del diario con el público se
ha vuelto constante.
Este medio digital pertenece a los
mismos dueños del principal diario santiagueño, El Liberal, y al mismo tiempo
son proveedores de servicios del estado provincial. Hay que aclarar que este
–Diario Panorama- es básicamente un medio de noticias de actualidad y no de
opinión[6]. Sin embargo, no se encuentran a menudo
–nunca- algún tipo de crítica o noticias que afecten a la imagen del gobierno
provincial, es decir, noticias como protestas o levantamientos en contra de la
gestión estatal provincial.
En este contexto ¿Cuál es el rol de las
audiencias – en este caso los estudiantes universitarios- frente a esto? En
primera instancia es necesario decir que los estudiantes eligen como principal
medio para informarse a uno que caracteriza por: brevedad de las notas,
inmediatez de la información, noticias de particulares (hechos de inseguridad,
accidentes), no posee notas de opinión. Se encuentra en “sintonía discursiva”
con el gobierno de turno. No obstante, esto no quiere decir que sea el único
canal de información.
Sin embargo, el medio que marca su
agenda de noticias sobre la provincia es un medio que tiene información
inmediata sí, pero acotada y acomodada a aun discurso compartido con otros dos
grandes ejes de poder, además es verdad que existe interacción con los usuarios
(habría que ahondar más, para ver qué tipo de feed back
tiene en este sentido con los estudiantes). Por el momento se observa una interacción limitada, donde no se admite ninguna noticia que
pudiera afectar ciertos intereses-principalmente a la de la gestión
gubernamental local actual-, entonces la libertad de voces y la visibilización
de los usuarios como emisores queda restringida a la imposibilidad de que
cierta información que propongan pueda ser mediatizada.
Cuando se indagó acerca de otros medios
con los cuales los estudiantes se informaban acerca de lo que sucedía en la
provincia, el indicador marca a la televisión como segundo soporte de consulta.
El único canal de aire de la provincia y sus noticieros[7] gozan de exclusividad en el podio de la
demanda de la pantalla chica. La misma estructura discurso-política y la misma
lógica de contenido que caracteriza a Diario Panorama
es la que identifica estos noticieros. Al interior de los contenidos que la tv
de aire local ofrece se puede observar en determinados horarios que se
reproduce las noticias de Diario Panorama,
acompañados de fondo por la radio del mismo nombre.
La información sobre actualidad nacional
que si bien encuentra un mínimo de resguardo en este canal, es la producida y
analizada en Buenos Aires. Lo único que se propone desde este medio es la reproducción de esos contenidos.
Dentro de este panorama donde los
programas se tratan básicamente de emitir información,
pero no discutirla –reflexionarla, debatir con otros pares o con el público;
hay programas como Libertad de Opinión
que está basado principalmente en el debate (aunque no con el público) que
propone una interacción con otras voces, figuras invitadas y no solo del ámbito
local (con diferentes posicionamientos políticos e ideológicos) sino del ámbito
nacional –acrecentado por ejemplo en años electorales.
Un análisis más minucioso de canal 7 y
sus programas y los entramados políticos y empresarial ya es especificado por
Picco (2012), solo se quiere hacer aquí breve alusión a los programas con los
cuales se informan los estudiantes en el ámbito local, y cuales se considera
que colaboran a la discusión y a la construcción de pensamiento crítico.
Hecha la descripción de los principales
consumos de los medios locales por los estudiantes, el siguiente apartado da
cuenta de la manera en que los jóvenes analizan críticamente esa información y
en qué medida la universidad contribuye a dicho análisis crítico.
La influencia que la universidad ha
tenido en el pensamiento -crítico- de los estudiantes es un tema que ha sido
abordado muchas veces pero que no ha llegado a resultados concluyentes (Vivas,
2003).
Entenderemos en líneas generales al
pensamiento crítico como pensamiento reflexivo, un pensamiento que se piensa a
sí mismo, es decir, metacognitivo, lo que hace posible que se autoevalúe y
optimice a sí mismo en el proceso. Es precisamente lo metacognitivo de este
pensamiento lo que contribuye para que la persona pueda llegar a conocer su
propio sistema cognitivo (conocimientos, estrategias, motivaciones y
sentimientos), y que pueda llegar a intervenir para mejorar dicho sistema,
mediante la planificación, supervisión y evaluación de su actividad (Santiuste
Bermejo, 2001, citado en Marciales Vivas, 2003). El ejercicio del pensamiento
crítico supone valorar desde criterios razonables y tomando en cuenta los
contextos en los cuales tales valoraciones son formuladas.
Si bien el concepto de pensamiento
crítico que aquí hemos utilizado proviene de una tradición psicológica, no lo
hemos adoptado tal y como lo propone Santiuste y sus derivados. Sus categorías
analíticas nos parecen las indicadas sobre todo para un trabajo exploratorio,
pero se le ha dado un giro epistemológico relacionándolo con los contextos
socio-simbólicos en el que los jóvenes están insertos, dando especial
importancia a la universidad y a sus subespacios. Es decir, una mirada mucho
más sociológica, centrándonos en la dimensión contextual del pensamiento.
Esta dimensión se refiere a las fuentes
de emergencia del pensamiento, principal contexto de pensamiento: el social e
histórico. Vivimos en lugares con culturas determinadas, y de esa cultura
aprendemos el pensamiento socialmente objetivado. La dimensión contextual nos
da el poder de examinar el contenido social y biográfico en el cual se lleva a
cabo la actividad del pensamiento y del cual es una expresión. Permite analizar
la ideología política también, en la relación a la sociedad de la que se forma
parte. Y además permite reconocer factores culturales que son importantes para
entender las diferentes cuestiones que aquí nos planteamos.
A partir de ellos consultamos a los
estudiantes: ¿La universidad brinda herramientas para pensar los medios locales?
¿Cuáles? ¿De qué manera?
De lo estudiantes encuestados el 100%
contestó a esta respuesta afirmativamente, lo que podría sugerir dos
cuestiones. Por un lado, que los jóvenes reconocen en la universidad elementos
que –pueden- ser distintivos de otros, es decir que la institución como ámbito
específico de formación pero además como espacio de convivencia los ha
modificado como actores sociales. Por otra parte, esto abre la posibilidad a
nuevas conjeturas en torno al análisis del tipo de relación que los estudiantes
tienen con esos elementos y, el uso que de ellos hacen, para establecer en qué
sentido se ha dado ese cambio.
En una primera instancia, se propuso la
selección de estas herramientas con una categorización cerrada respondiendo a
la pregunta de cuáles consideraban ellos que eran las herramientas que la
universidad les había brindado para pensar la información a la están expuestos.
Se les pidió que si contestaban más de una las ordenaran por orden de
importancia. Los conocimientos adquiridos en las
cátedras –dentro del aula- obtuvieron en el primer
lugar mientras que las que denominamos sociales y políticas se ubican en el segundo puesto.
Los conocimientos específicos obtenidos
en cada cátedra son los que los estudiantes creen colaboran principalmente al
momento de tratar la información a la que están expuestos diariamente. Sin
embargo, claro está que las cátedras según las carreras -y sus profesores-
tienen planes de estudio y dictados muy diferentes. Pero no solo se trata de
una cuestión teórica sino de los procesos pedagógicos que se hacen efectivos
dentro del aula, el rol del estudiante, el rol del profesor.
A través de las entrevistas los
estudiantes se expresaban de formas tales como:
“La universidad me ha brindado
muchas herramientas, desde las técnicas o teorías que puedo haber tenido en
clases, desde la militancia y además el charlar con otras personas, compañeros,
profesores, chicos de otras agrupaciones que capaz sin haber venido a la
universidad no las tendría.” (Estudiante de Sociología, 24 años)
“Yo creo que me brindó
herramientas básicamente teóricas, porque las de las práctica y contacto con la
realidad, las he ido construyendo yo desde mi lugar. Pero si muchas cosas que
antes no prestaba atención sobre todo en el ámbito de la salud, ahora me
detengo a ver o escuchar porque tengo más conocimientos en ese sentido.”
(Estudiante de Educación para la Salud, 26 años)
“Estar dentro de la universidad me
posibilita escuchar otras voces, relacionarme con gente de diferentes carreras,
no solo compañeros de la carrera sino con de otras, así también de los partidos
políticos (…) dentro del aula materias como economía me han ayudado mucho a
entender un poco más de la realidad y analizar lo que veo en los medios”
(Estudiante de Matemáticas, 24 años)
Al respecto es Tsui (1999) quien reporta
que las tareas escritas y la retroalimentación del profesor sobre el trabajo
del alumno, afectan positivamente el desarrollo del pensamiento crítico.
Asimismo, tienen gran incidencia trabajar en un proyecto grupal, hacer
presentaciones en clase, y tomar un examen a manera de ensayo. Tales prácticas
tienen en común que ponen al estudiante a construir respuestas propias a
preguntas, problemas o retos y no a memorizar, reconocer o seleccionar
respuestas correctas o no. (Vivas, 2003, p. 202)
Cuando hablamos de la universidad la
asociamos a procesos educativos académicos, pero también a una formación
ciudadana, política y social. Aun así son los planes de estudio los que
estructuran, de cierta manera, el perfil de los profesionales. No obstante
existen espacios dentro de la universidad pero fuera de la “clase” que son
grandes influyentes en el pensamiento del estudiante.
Pero volviendo al aula y a los planes de
estudio. ¿Tienen estos un anclaje con la cotidianeidad de los actores
involucrados? Una de las grandes discusiones que se da en el ámbito intelectual
latinoamericano es la regionalización del conocimiento, es decir, a qué nivel
de relación están los conocimientos teóricos ofrecidos por las instituciones
universitarias con la realidad más inmediata en la que los jóvenes están
insertos, tanto en el ámbito geográfico, como histórico, político y social.
Apuntando sobre este eje se le consultó a los jóvenes si en sus cátedras
existían discusiones o propuestas sobre la realidad actual de la provincia, y
encontramos una diferencia considerable entre la carreras que se denominan
multiparadigmáticas de las que han sido llamadas monoparadigmáticas, según la
clasificación de Biglan
Cuando se les pidió que nombraran
algunas de esas materias, los estudiantes de las ingenierías y ciencias exactas
que habían contestado que si reflexionaban sobre temeas de actualidad en su
carrera, la economía
fue la asignatura destacada, una ciencia que es social y que si se la
extrapolara a la categorización bigleana estaría ubicada dentro de las
disciplinas multiparadigmáticas. Una paradoja que al mismo tiempo puede ser
interpretada como un proceso de complementariedad entre estas dos categorías
arbitrarias. Que dos modos de hacer
profesionales tengan estos puntos de encuentro quiere decir que ninguna
división es tan tajante y que en los mismos planes de estudio que parecen
diferentes en realidad podemos encontrar algunas salvedades.
“En mi carrera si tuvimos materias
que nos hacían pensar la realidad actual, y eso me sirvió para prestar más
atención a las noticias que veía en la tele o en el diario (…) economía una
materia que nos hacía pensar y relacionar lo que veíamos ahí con los problemas
sociales (…) la profesora tenía mucho que ver en que la materia sea así, porque
hacía que nos interesemos al hacernos ver como todo eso influye en nuestras
vidas y en nuestras carreras.” (Estudiante de Ingeniería en Alimentos, 28 años)
Por un lado la universidad, es entendida
por los estudiantes como un espacio socio-simbólico que permite el cambio de
mentalidad de las personas que la transitan, por lo menos como estudiantes. Es
decir reconocen que esta institución ha influenciado en la manera de pensar el
mundo y de pensar los mensajes a los que están expuestos. De las entrevistas se
obtuvieron repuestas como estas:
“Yo creo que me ha cambiado la
mentalidad de consumo completamente, yo antes no leía ningún diario, solo
tonteras. Y ahora no, busco estar informada, y eso tiene mucho que ver con la
carrera que he elegido, pero más con mi militancia política dentro de la
universidad (…) y además ahora analizo un poco más de donde viene la
información, me gusta saber. Siento que soy más crítica en ese sentido.”
(Estudiante de Sociología, 24 años)
“El paso por la universidad, me ha
permitido ser más selectiva con la información además busco noticias cortas que
me den un panorama de lo que sucede en la provincia, y ya no leo todo, porque
ahora sé que es más de lo mismo y después me enfoco en lo que tiene que ver con
mi carrera” (Estudiante de Ingeniería en Alimentos, 28 años)
Por otro lado la universidad es
presentada como un espacio que da la posibilidad de escuchar diferentes voces y
diferentes posturas de los hechos y que los estudiantes construyan sus propias
opiniones argumentadas de forma múltiple.
“(…) uno en la universidad se
encuentra con profesores, compañeros con diferentes ideologías y al estar en
contacto con ellos uno puede conocer a través del diálogo distintas realidades,
que nos va haciendo crecer y desarrollar nuestro pensamiento crítico.”
(Estudiante de Matemáticas, 24 años)
La universidad se convierte, no en un
espacio unificador de conocimientos e ideologías, sino en ámbito de
proliferación constante de diferentes voces y posicionamientos, reconfigurando
el lugar de los actores, tanto como de estudiantes como de público,
permitiéndole interactuar en diferentes terrenos arremetiendo contra las
posturas dualistas de producción y consumo.
Dentro de la universidad un claro
ejemplo de lo que se ha denominado comunidades interpretativas son las agrupaciones políticos estudiantiles. Estas implican una
manera particular de reflexionar acerca de la realidad y de la forma en la que
se la piensa.
Herramientas particulares son las que se
construyen con el ejercicio de la militancia, disímiles a las que podrían
surgir de las actividades en el aula o la práctica profesional, por ejemplo.
Las lógicas son muy diferentes, así lo expresan los estudiantes entrevistados.
Como se ha visto anteriormente de todos
los estudiantes que se encuestaron una menor porción admitieron participar en
movimientos políticos, lo que resulta ser un dato interesante para futuras
líneas de investigación que pretendan ampliar este estudio y elaborar un perfil
más o menos acabado del estudiante promedio de la UNSE. Sin embargo, es
necesario considerar la esfera política al ser un campo que interpela a los
estudiantes que participan en ella activamente. Siguiendo con este planteo los
estudiantes entrevistados se expresaron diciendo:
“Por la agrupación política en la
que milito, aprendí a tener otra mirada de la realidad y de los medios. En
general en las cátedras se alimenta el mensaje de los medios, y siempre
opinando a fábrica del neoliberalismo como si fuese una verdad absoluta (en las
pocas cátedras en que se habla de estos temas). No hay pensamiento crítico.”
(Estudiante de la Licenciatura en Administración, 25 años).
“Yo creo que las cátedras me han
brindado herramientas técnicas para comprender la información a la que estoy
expuesta, sobre todo la economía, pero el interés por buscar información,
contrastarla y demás eso me lo ha dado la militancia.” (Estudiante de
Sociología, 24 años)
“En mi carrera no se plantea un
análisis ni de los medios de comunicación, ni de la actualidad. Pero si me he
sentido influenciado por algunos movimientos estudiantiles que han planteado y
abierto debate sobre el tema en muchas ocasiones. Además de charlas con
estudiantes de diferentes facultades y profesores fuera del aula.” (Estudiante
de la Licenciatura en Matemáticas, 24 años).
De esta manera se observa como la
racionalidad con la que operan las ideas de estos estudiantes, es diferente a
la que desarrollamos más arriba, el foco está presente no solo en el acceso a
la información y la importancia de la pluralidad de voces, sino en analizar de
qué modelos políticos ideológicos provienen las ideas y cuáles son las
discusiones que existen acerca de ellas. Lo que no significa que los demás
estudiantes no lo hagan, sino que estos admiten como principal fuente de
motivación para realizar estas reflexiones al grupo social del que participan.
Otros estudiantes podrían analizar los intereses políticos de la información
mediática, individualmente, o en relación a grupos o comunidades
interpretativas.
Es por eso no se sostiene que la
construcción del pensamiento crítico de los militantes pueda ser superior al de
los que no lo son, sino que opera de diferente forma. Esto por lo tanto podría
estar relacionado con el uso que hacen de un espacio particular dentro de la
universidad. Es una muestra más de la multicontextualdad de las audiencias.
Además como sostiene el estudiante de
matemáticas, sin ser militante ha tenido y tiene relación con los movimientos
estudiantiles y con las actividades propuestas por ellos; lo que modifica o
influencia su pensamiento al momento de analizar la información. Ese contacto
puede estar dado por relación directa con el movimiento político a través de
actividades, foros, encuentros; ser simpatizante de las ideas y acciones que la
agrupación propone pero no militar activamente, o tener un vínculo con los
movimientos estudiantiles por amigos o allegados que de él participen, por
ejemplo.
Como se viene planteando los espacios
que componen la universidad son diversos, desde las aulas y sus cátedras,
pasando por la militancia política, siguiendo por congresos y voluntariados,
llegando a los pasillos que se han convertido en bastión indiscutible de la
educación pública al momento de fabricar ideas, se puede decir con certeza que
la relación que los estudiantes establecen con estos espacios pueden dar cuenta
de cómo influyen unos sobre otros para cambiar la percepción que se tiene del
mundo.
Las carreras además de ofrecer
conocimientos teóricos, ofrecen conocimientos prácticos que colaboran en la
formación de profesionales como actores sociales insertos en un contexto
histórico determinado. De ello deriva que queden establecidos seminarios de
práctica profesional, pasantías, visitas al campo, etc., según la carrera que
se trate.
El vínculo con la comunidad, con actores
fuera del ámbito universitario les permite a los estudiantes tener la posibilidad
de construir su pensamiento y su imagen acerca del contexto político-social a
través de elementos particulares, como la voz de la comunidad y su forma de ver
y de vivir en Santiago del Estero.
Así lo expresaba un estudiante de
Educación para la Salud:
“Durante el cursado de seminario
de práctica, me ha tocado trabajar con un comedor en el barrio 8 de abril,
donde trabajaba la temática de violencia y derechos humanos (…) y te sientes
desprovisto de herramientas para trabajar, porque todas esas que te habían dado
en el aula, las tienes que reconstruir todo el tiempo (…) estas inserto dentro
de la complejidad misma y no ha sido formado para eso.
En ese momento me ha pasado algo
muy particular que casualmente me ha hecho pensar esto de los medios, y que es
lo que preocupa, qué es lo que sirve para vender (…) Habrá sido el tercer o
cuarto encuentro y un changuito del barrio muere, nunca salió en los diarios,
lo buscábamos lo buscábamos y nada. No había salido. De esa forma entendía como
se invisibiliza a ciertas personas por pertenecer al sector que pertenece, el
marginal. Eso me ha llevado a pensar mucho qué y cómo consumir”. (Estudiante la
Licenciatura en Educación para la Salud, 26 años)
Sobre el mismo punto una estudiante de
sociología decía:
“Yo tuve la oportunidad de
participar mientras cursaba en el relevamiento de datos de un programa nacional
que se estaba aplicando en Santiago, y aprendí muchas cosas estando ahí dentro
que en otro lugar no las hubiera aprendido, así como también como se tergiversa
la información, como se baja línea y como se muestra la información siempre
respondiendo a ciertos intereses.” (Estudiante de Sociología, 24 años).
Se puede ver aquí claramente como surgen
elementos del vínculo directo con la comunidad, que si bien está enmarcada
dentro la institucionalidad de una cátedra como requisito para aprobar la
materia, son procesos que solo se viven fuera del aula. Así lo advierte el
estudiante entrevistado al reconocer una diferencia tajante entre los procesos
áulicos y a los que se ha expuesto al trabajar en ese comedor y como esto ha
colaborado a pensar la información a la que está expuesto -y la que no se
mediatiza- y elaborar sus propias conclusiones acerca de esto.
Las audiencias son por definición
agentes sociales, y como tales su poder de transformación es innato, esa
transformación puede darse en diferentes niveles y en diferentes espacios, con
bases y proyecciones distintas, haciendo necesario que al momento de
estudiarlas todo esto sea tomado en cuenta. La sociología es una disciplina que
en sintonía con otras tiene herramientas que colaboran con ello.
Algunos contextos pueden ser más
complejos que otros; así la distribución de medios que existe en un espacio
determinado, la estructura política, y las relaciones entre unos y otros pueden
variar mucho por ejemplo si hablamos de un estado nacional y de los estados
subnacionales, por ejemplo.
Cuando las audiencias se enfrentan a
medios poderosos que además se vinculan al poder político en una sociedad
tradicional como la de Santiago del Estero, las audiencias no solo tienen la
capacidad sino el deber de hacer frente a los
monodiscursos imperantes, generando algo así como mecanismos de defensa
destinados a desestabilizar el intento por ejercer un poder que busca ser
absoluto.
La universidad pública es considerada
desde hace décadas como la creadora de mentes críticas y agentes de lucha, que
ya libraron varias batallas, una de ellas contra el neoliberalismo que venía
por todo en la década de los noventa. Pero aquí quisimos saber de las batallas
diarias, de esas que se libran todos los días contra un sistema que se expresa
a través de los medios de comunicación.
Los estudiantes de la UNSE se valen de
muchas herramientas que la misma universidad le has brindado y que les son
propias, pero también ponen en funcionamiento otras estrategias que serían
claramente extrapolables a otros públicos por fuera de la educación formal.
En relación a las primeras, los jóvenes
se valen de los elementos teóricos adquiridos que en las cátedras que les
sirven para comprender noticias con cierto contenido técnico Del mismo modo
emplean para detectar relaciones entre elementos y procesos que les sirve para
desmantelar el “engaño” o la persuasión con la que muchas veces algunos medios
actúan, esto se hace presente particularmente en las carreras
multiparadigámaticas, sin embargo en las monoparadigmáticas, los estudiantes
destacan asignaturas tales como la economía que según ellos les ayudan a
interpretar mensajes mediáticos en la coyuntura en la que vivimos. Además se
destacan aquí los procesos pedagógicos dentro del aula, y el rol que desempeñe
el profesor como propulsor de dudas y debates, muy valorado por los propios
alumnos.
Por otro lado la militancia o el vínculo
con los partidos políticos ayudan a comprender que toda idea es en sí misma una
idea política y cuáles son las consecuencias que estas pueden acarrear. Eso
establecido a partir del debate, de la lectura de textos políticos, de
posicionamientos claros y de la construcción colectiva de ideas en su máxima
expresión. Al momento de enfrentarse a cualquier información ellos saben que
debe ser discutida casi antes de que la primera letra entre por la retina.
Las prácticas profesionales ayudan a los
estudiantes a crear un puente fuerte entre ese modelo ideal que les ofrecen los
libros y la realidad misma, compleja y conflictuada. La fuente es la más
especializada de todas, el propio actor social, viviendo y sintiendo en esa
realidad que les es próxima, que les es suya pero que a veces parece tan lejana
que la desconocen. A partir de allí, algunos sabrán que hay cosas que se ven,
sujetos con los que se trata, relaciones que se establecen, poderes invisibles
-y otros no tanto- que se ejercen una y otra vez y que no aparecen en esos
medios que ellos consumen.
Por la misma línea, pero ya no como
pasantes o practicantes, estudiantes admiten que la principal fuente con la
cual contrastan la información mediática es el salir a la calle, charlar con el vecino, ir al centro y ver,
por ejemplo, protestas multitudinarias que no salieron en ningún medio que
ellos consumían. Es simple, no hace falta ni que busquen un diario o portal
alternativo porque lo están viendo con sus propios ojos y saben que los grandes
medios locales lo ocultan, pero del mismo modo los siguen consumiendo por un
motivo que es un raro coctel entre inercia y tradición popular.
Las redes comunicativas y el desempeño
de las audiencias, con sus entramados políticos, económicos y sociales es tan
compleja que este estudio no podría abarcarlas, pero sí establecer algunas
aristas para futuras líneas de investigación. Este articulo se asomó a un mundo
compuesto por múltiples piezas y trató de brindar un panorama de algunas de
ellas. Pero quedan muchas preguntas por responder relacionadas por ejemplo a
las diferencias de la audiencia universitaria con otras que no lo sea; cuales y
como son los mecanismos de resignificación del mensaje que se obtienen en la
vida diaria o de los círculos primarios, y que no tienen que ver con la
universidad; el uso que se hace de otros medios locales y los medios
nacionales. Un amplio abanico de puntos por tratar en un objeto fascinante que
se conoce con el nombre de audiencias.
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___
Ramito Del valle Llanos Paz
ramirollanospaz@gmail.com
Licenciado en Sociología.
Integrante del equipo de Política
y ciudadanía del Instituto de Estudios
para el Desarrollo
Social,
FHCSyS, de la Universidad
Nacional de Santiago del Estero.
[1] A pesar de que estas dos categorías parecen acotadas, por la
complejidad con la que se plantea el concepto de audiencias, sirven para
describir la situación de una forma descriptiva y ubicar el objeto de una forma
más clara en los estudios de comunicación.
[2] Propuesto por Santiuste (2001); Marciales Vivas (2009).
[3] El artículo con el informe:
http://www.diariosobrediarios.com.ar/dsd/notas/4/374-el-noa-es-el-ultimo-bastion-donde-aun-crece-en-ventas-el-diario-papel.php#.Vs_jUPnhDtR
[4] Prensky (2001) describe a los nativos digitales como las personas
que, rodeadas desde temprana edad por las nuevas tecnologías (por ejemplo:
computadoras, videojuegos, cámaras de video, celulares) y los nuevos medios de
comunicación que consumen masivamente, desarrollan otra manera de pensar y de
entender el mundo. Por oposición, define al inmigrante digital como la persona
nacida y educada antes del auge de las nuevas tecnologías.
[5] Un multimedios o multimedio es una estructura empresaria que se caracteriza por articular un conjunto de medios de comunicación de distinta naturaleza (clásicamente prensa escrita, televisión y radio) en manos de un mismo grupo propietario.
[6] Cuando sostengo que no es de opinión,
solo me estoy refiriendo que no hay notas de opinión presentadas como tales.
Sin entrar en ninguna polémica, esta es la definición de la que aquí
partiremos. Este tipo de notas forman parte de la línea editorial de Panorama,
pero fueron dejadas de lado, por los pocos “clics” que presentaban – según la
versión oficial.
[7] Recuérdese que este estudio se ha centrado en los programas
informativos, es decir, aquellos por los cuales la audiencia busca conocer
acerca de la actualidad de la provincia, tanto político, económica como
socialmente.
El noticiero de canal de 7 (Noticiero 7)
tiene dos grandes emisiones, que sigue el formato tradicional de noticieros con
presentadores que refieren a los hechos de actualidad (tanto del contexto
local, nacional e internacional). A este se podría sumar un matutino conducido
por el periodista Rogelio Llapur, donde el formato hace caso a un tipo de mesa
debate, donde se discute sobre los temas actuales, y que se transmite en
simultaneo por Radio Panorama.